Parco del Rio Turia
Dove
Il parco del Rio Turia si trova a Valencia in Spagna. Il parco attraversa la città da Ovest ad Est.
La Storia
Il parco realizzato nell’antico alveo del Rio Turio è uno dei parchi lineari più grandi in Europa e si estende per quasi un milione e mezzo di metri quadri con giardini e zone sportive.
Le motivazioni che portarono alla trasformazione dellletto del fiume vanno ricercate nella violentissima inondazione del 1957 che fece 59 morti e portò acqua e distruzione nella città. L’anno successivo si decise di deviare il corso del fiume allontanandolo dalla città. Subito si scatenò la polemica del nuovo utilizzo delle aree prosciugate dell’alveo fluviale, tra ipotesi di occupazione con autostrade, ferrovie e zone industriali e ipotesi di realizzazione di un grande parco pubblico (Colegios Profesionales y de la Comisión Pro-Cauce (1976, El llit és nostre i el volem verd) Il sindaco di allora , Miguel Ramon propose una zona verde con spazi comuni e servizi desiderati dalla comunità e ordinò la piantumazione delle aree per impedirne in seguito altri usi. Nel 1976, durante la sua prima visita nella città di valencia come re, Juan CarlosI cedette la proprietà dell’alveo fluviale alla città di Valencia per la realizzazione di una rete viaria urbana e parco pubblico.
Dopo un primo concorso nazionale di idee, atto della prima Giunta democratica di Valencia nel 1979, venne dato l’incarico di redigere un piano prelimiare speciale di ristrutturazione del vecchio letto del Rio Turia allo studio di architettura di Ricardo Bofill di Barcellona,consegnato un anno dopo. La proposta era di realizzare un parco lineare per ordinare ed orientare il futuro svilupo urbano, impostato su due unici protagonisti: il verde e l’acqua. Con questo piano corredato dei risultati dei processi partecipativi attivati presso la cittadinanza e le proposte dei Colegios Profesionales y Asociaciones ciudadanas nel 1984 viene approvato il piano definitivo che prevedeva la realizzazione di 18 tratte (T1-T18) tra Mislata e il quartiere de Nazaret.
T2 (1985, Vetges Tu i Mediterrània S.L con J. J. Hernández y J. Mª Arraiz; Premio Fundación Antonio Camuñas, Madrid 1990)
T1 (1989, Vetges Tu i Mediterránea S.L
T10-11 (1985, TA. Ricardo Bofill)
T3 (1985-89; Otegui, Gisbert y Noguera, arquitectos)
Entre 1988 y 1990 se fueron urbanizando otros tramos de manera definitiva con usos forestales o lúdico-infantiles (T4 y 5, Consellería de Agricultura; XII, Rafael Rivera y Manolo Martín) o provisional con usos deportivos (T1, T6, T8, T9; Angel Zurilla)
T14, situado frente a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, fue primero proyectado como una densa arboleda que concluía en un estanque laminar (1992, Vetges Tu i Mediterrània SL), y más tarde sustituido por un anacrónico parque natural construido por fases (1997-2002; Jacobo Ríos-Capapé, Rafael Narbona y Ángel Palomar).
Il Progetto
«El plan de ordenación del antiguo cauce del río Turia es un proyecto apasionante y muy difícil, que puede cambiar a nivel internacional la imagen de Valencia. Mi equipo trabajará en estrecha colaboración con los técnicos municipales, y el proyecto estará listo en seis meses». El arquitecto Ricardo Bofill resumió con estas declaraciones a EL PAÍS sus primeras impresiones sobre el encargo del Ayuntamiento de Valencia de remodelar el cauce viejo del Turia.
Se cumple así la voluntad de la opinión pública valenciana -repetidamente manifestada por todos los partidos políticos y organizaciones ciudadanos-, en el sentido de convertir el cauce en zona verde. Y se Inicia a un tiempo una nueva polémica que coloca a Bofill en su epicentro, a pesar de que la actividad del arquitecto no ha superado aún la fase informativa y de consulta. El viejo cauce del Turia, que cruza el centro de la ciudad, quedó libre de sus funciones naturales con la construcción del Plan Sur, desvío del Turia proyectado para evitar inundaciones como la que asoló la ciudad en 1957. En 1976, el Ayuntamiento solicitó del Estado la confirmación, a favor de Valencia, de la plena propiedad de los terrenos del cauce enclavados en el término municipal. Un real decreto de diciembre de este mismo año cedió gratuitamente al Ayuntamiento terrenos del cauce por una extensión de 1.193.217 metros cuadrados, destinados a «red viaria urbana y parque público». La posibilidad de que el viejo lecho pudiera servir para la construcción de una red de comunicaciones, u otros usos similares, sensibilizó a la población. Desde entonces, y hasta obtener la promesa formal del consistorio democrático en favor de la zona verde, no han dejado de sucederse las manifestaciones en pro de la planificación de un gran parque público.
Sobre las condiciones del encargo dijo Bofill que «no hay nada pactado aún, pero mi taller puede permitirse el lujo de no ganar dinero con este proyecto, y así lo vamos a hacer». El arquitecto barcelonés prolongará durante varias semanas el período de consultas con asociaciones ciudadanas y con los profesionales de Valencia. «La creación ha de partir de la información. De momento existe el consenso sobre el uso del cauce como zona verde. Este será el punto de partida». Según Bofill, «hay una saludable prevención generalizada de que se pongan en el cauce los menos elementos posibles. Mi idea es que el proyecto ha de cenerar no solamente equipamiento, sino también una actividad económica para la ciudad». Bofill se ha paseado estos días por Valencia. «De momento estoy leyendo la ciudad. La relación de la urbe con la huerta es aquí fascinante. Valencia es muy ecléctica, como mezclada a base de muchos elementos superpuestos. Y muy popular y barroca. Todo esto habrá que tenerlo necesariamente en cuenta porque el cauce ha de ser el aran pulmón de la urbe».
Ricardo Pérez Casado, alcalde socialista de Valencia, ha permanecido hasta la fecha en un segundo plano. En sus primeras declaraciones sobre el proyecto, concedidas a EL PAÍS, afirmó que «el río va a ser el gran articulador de una ciudad moderna y distinta de ésta tan problemática que ahora tenemos. El Ayuntamiento pretende modificar la gran congestión del centro, desplazándolo hacia las periferias y creando otros nuevos». Según esto, una urbe distinta irá configurándose alrededor del viejo cauce, que será el eje ordenador del proyecto, con un nuevo ayuntamiento para usos burocráticos y un gran palacio de congresos. Este nuevo diseño se hará, según Pérez Casado, con criterios de máxima eficacia y participación.
Bofill ha anunciado que su plan general será complementado, en el desarrollo de los aspectos concretos, por los arquitectos valencianos. Filiberto Crespo, decano del Colegio de Arquitectos. declaró a este periódico que «no hemos sido consultados. Se trata de una decisión política del Ayuntamiento, y nosotros no entramos en este tipo de planteamientos». El coleclo ha cuestionado el método seguido para la contratación de Bofill, pero «esperaremos a ver el resultado de su trabajo para pronunciarnos en un sentido o en otro». 13/9/1981
Bofill presenta hoy públicamente su proyecto para reordenar el antiguo cauce del Turia
“Proponemos la unión de Valencia con el mar a través de la estructura lineal que es el río Turia, rompiendo con el modelo radiocéntrico de crecimiento que estaba previsto en el plan sur”. En estos términos se expresó ayer el arquitecto Ricardo Bofill, director del equipo Taller de Arquitectura, que ha elaborado a lo largo de seis meses un plan especial para el antiguo cauce del río Turia sobre el que se hoy se inaugura una exposición en la lonja de Valencia. Bofill Negó ayer a la capital valenciana para supervisar los preparativos de la muestra.
“Creo que esto es interesante para el urbanismo español”, indicó el arquitecto a EL PAIS, “porque cada ciudad se puede plantear su modelo propio de acuerdo con sus características. En Madrid o Barcelona sería ya muy dificil, pero el resto de las ciudades españolas ofrece la posibilidad de plantearse un debate sobre el modelo urbano que debería suscitarse en las elecciones municipales. Las municipales parecen el marco adecuado para que cada grupo político defienda su concepción de la ciudad, de la misma forma que en las generales enfrentan sus modelos de sociedad”.Taller de Arquitectura ha empleado seis meses en la realización del plan, por encargo del Ayuntamiento de Valencia y ha cobrado por ello doce millones de pesetas que, según indica Bofill, no les han alcanzado para cubrir gastos. No obstante, el equipo realizó el proyecto por la trascendencia que tiene como precedente en España.
El plan tal como se puede examinar a partir de hoy en la lonja, supone básicamente un gigantesco parque de especies vegetales mediterráneas que se extiende con una ordenación geométrica variable a lo largo de los ocho kilómetros de cauce que atraviesan la ciudad y va a terminar en la dársena del puerto, desviándose así de la desembocadura original, que está más al sur.
El proyecto contiene plazas, estanques, dos polideportivos y otros espacios adecuados para concentraciones y representaciones teatrales al aire libre. No incluye la realización concreta de cada uno de estos elementos, que irán siendo adjudicados a diferentes arquitectos. Supondrá una inversión calculada en unos 4.500 millones de pesetas y el Ayuntamiento está decidido a que el plazo de ejecución no supere los diez años.
La exposición ha sido montada por el pintor Artur Heras y contiene un gigantesco plano del conjunto a escala 1: 1000, de 10,5 metros por 4,50 y una maqueta a la misma escala, que mide 9,50 metros de longitud. Esta exposición será la base para una encuesta entre la población que llevará a cabo el ayuntamiento con el fin de recoger sugerencias sobre la configuración definitiva del cauce.
Para Bofill hay varias cosas originales en este proyecto. En primer lugar, está la forma en que se hizo el encargo. “Se trata de un encargo bien planteado, que merecía respuesta. Nosotros hemos rechazado otros encargos, incluso recientemente uno del Estado francés por no estar bien formulados”.
“Teníamos en en este caso”, indica el arquitecto, “un terreno lineal, que pasa por el centro de la ciudad, en el que había que respetar los pretiles, los puentes, todo, y hacer un jardín, un parque, de acuerdo con la petición popular reiterada durante los últimos años. Se trataba de un proyecto nada convencional, era una idea de gran modernidad: cómo respetar la historia y al mismo tiempo cambiar el uso”.
Otro elemento original para Bofill es la posibilidad de utilizar el río para razonar sobre la ciudad. “El urbanismo de acuerdo con los problemas de la ley del suelo, es una especie de marco jurídico estrecho del que es muy difícil salirse. Te obliga a no pensar en la ciudad, sino más bien en la conflictividad, en la jurisprudencia. En cambio, a través de este encargo hemos podido pensar un poco sobre lo que es Valencia y dar así un diagnóstico de la ciudad, con una perspectiva al mismo tiempo distanciada, puesto que no somos valencianos, y de globalidad”.La exposición incluye también las primeras alternativas de proyecto realizadas por el equipo de Bofill, una ampliación a escala 1:200 de la parte central del plan y los proyectos iniciales, dentro del plan Sur, que preveían incluso que discurriesen carreteras por el antiguo cauce del Turia.
Estas ideas de aprovechamiento del cauce, propias de los años sesenta, estaban vinculadas para Bofill a una concepción de crecimiento radiocéntrico de la ciudad por sucesivos cinturones de ronda Según el arquitecto, el aprovechamiento del cauce como parque rompe este modelo “para hacer una ciudad con estructura propia diferenciada, una ciudad que tenga que ver con su propia historia con su entorno, con el mar. París y Madrid son cuidades radiocéntricas, pero en Valencia tenemos el mar y la huerta que son dos he chos muy importantes para determinar su forma de crecimiento”.
“Para que una ciudad sea interesante, tiene que ser bonita”, dice Bofill. Y el hecho de que sea bonita no supone solo perfección, sino también personalidad. Por eso nosotros desde un principio intentamos trabajar de acuerdo con las características y elementos propios de Valencia”.
“Hemos intentado hacer un jardín que sea mediterráneo, evitando los modelos de jardín nórdico, inglés o árabe, y centrándonos más en el tipo de jardín propio de Italia, España, sur de Francia y Grecia. Y por otra parte, un jardín clásico, entendiendo esto como una especie de conducta moral; algo que esté más allá de la moda y de un excesivo subjetivismo, que supere el tiempo”.
Bofill insiste, además, en el carácter abierto del proyecto: “No hay que tomarnos al pie de la letra Se trata de una estructura abierta de un sistema de participación no solo en los usos sino en el diseño”.
PAIS VALENCIANO 14/6/1982
1985 (1985-2007)
EL JARDÍN DEL TÚRIA
Antiguo cauce del río Túria entre los puentes Nou d´Octubre y Astilleros
En 1957 se inicia la ruptura definitiva de las íntimas relaciones que desde el año 138 a.C mantenían el río Turia y la ciudad de Valencia. La riada de octubre demostró la ineficacia de los históricos pretiles ante situaciones extremas y por ello se buscaron soluciones alternativas para modificar el trazado de los tramos finales del río. En 1958 se aprobó la Solución Sur y durante los años posteriores el viejo cauce estuvo preparado para albergar autopistas, estaciones ferroviarias y zonas industriales. Propuestas de contraplanificación, manifiestos de Colegios Profesionales y de la Comisión Pro-Cauce (1976, El llit és nostre i el volem verd) y movilizaciones populares consiguieron la cesión de la propiedad del viejo cauce a Valencia (1976, decreto de Juan Carlos I) y también la aprobación definitiva como zona verde y parque público de estos terrenos (1979). Tras un primer y fallido concurso nacional de ideas (convocado en 1978 pero sancionado en 1979 por el primer Ayuntamiento democrático) en 1981 se contrató el Avance del Plan Especial de Reforma Interior del Viejo Cauce del Turia al Taller de Arquitectura de Ricardo Bofill, cuyos trabajos finales se expondrían en la Lonja en junio de 1982. Este documento proponía un parque lineal que, además de ordenar y orientar el futuro desarrollo urbano, ayudase a recuperar el mar para la ciudad. Un afectado y redundante proyecto, exquisitamente dibujado, desarrolla una rigurosa y ajena geometría (“Los jardines clásicos del Turia”) que atenaza a sus dos únicos protagonistas: el verde y el agua. Un inmenso pinar estructura la secuencia de jardines (supuestamente mediterráneos, con naranjos, palmeras, cipreses, etc.) cuya composición quiere adaptarse a la forma que el cauce presenta en cada uno de ellos. Con este Avance, los resultados del programa de participación pública realizado y las sugerencias de Colegios Profesionales y Asociaciones ciudadanas se redactó el definitivo Plan Especial de Reforma Interior del Viejo Cauce del Turia, que una vez aprobado (1984) daría pie a la construcción de los 18 tramos (T1 a T18) individualizados entre Mislata y el barrio de Nazaret. Mediante otro concurso se adjudicaron en 1985 los primeros proyectos de urbanización (tramos T2, T10-11 y T3). Pese a este inicial empuje, veintidós años después el Jardín del Turia, tras maltratar injustamente alguno de los tramos ejecutados, se ha consolidado como un jardín incongruente, inacabado y con alguna muestra de buen diseño paisajístico.El T2 (1985, Vetges Tu i Mediterrània S.L con J. J. Hernández y J. Mª Arraiz; Premio Fundación Antonio Camuñas, Madrid 1990) se desarrolla entre el Azud de Rovella y el puente de Campanar. Basado en el esquema director y pensado como complemento del T1 (1989, Vetges Tu i Mediterránea S.L, el lago nunca construido) el tramo se diseña como representación ordenada de la naturaleza frente al desorden que caracterizaba entonces esta zona de la ciudad. Una particular y sugerente lectura del antiguo cauce, entendido a la vez como línea y como grieta, da lugar a un proyecto que se percibe como una sucesión de episodios y también como un espacio ensimismado, donde el agua, en sus variadas formas, ejerce de anfitrión. El T10-11 (1985, TA. Ricardo Bofill) está ubicado entre los puentes del Mar y del Ángel Custodio y ejecuta fielmente la temática clasicista del Avance (criticada entonces por la nula conexión con la historia del lugar) con un eje de simetría central que alinea el arbolado y todos los elementos arquitectónicos, incluido el gran estanque que acentúa la presencia del Palau de la Música. El T3 (1985-89; Otegui, Gisbert y Noguera, arquitectos) introduce, entre los puentes de Campanar y Ademuz, un estadio de atletismo con instalaciones complementarias que alteran la simetría central original, aunque el arbolado sigue ordenando los recorridos principales. Entre 1988 y 1990 se fueron urbanizando otros tramos de manera definitiva con usos forestales o lúdico-infantiles (T4 y 5, Consellería de Agricultura; XII, Rafael Rivera y Manolo Martín) o provisional con usos deportivos (T1, T6, T8, T9; Angel Zurilla). Finalmente el T14, situado frente a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, fue primero proyectado como una densa arboleda que concluía en un estanque laminar (1992, Vetges Tu i Mediterrània SL), y más tarde sustituido por un anacrónico parque natural construido por fases (1997-2002; Jacobo Ríos-Capapé, Rafael Narbona y Ángel Palomar).listo el Tito.
(Texto extraido de la “Guia de Arquitectura de Valencia” CTAV 2007. + Información)
Il Parco oggi (2008)
Hoy el parque del cauce del Turia es un parque hecho y maduro, con una gran variedad de árboles, no sólo propios del bosque mediterráneo si no también importados de otros continentes y que se han adaptado bien al clima del levante: entre ellos destaca uno de los árboles más originales del mundo, el palo borracho, originario de los bosques cálidos y secos de climas tropicales y subtropicales.
El parque del cauce del río Turia comienza en el término municipal de Mislata, que es donde se encuentra el nuevo Parque de la Cabecera. Este parque inagurado en el año 2005, es un parque relativamente pequeño, muy bien planificado y bastante original. El parque refleja de una manera contemporánea el paisaje y el carácter original de los cauces y riberas del río Turia, dando un gran protagonismo al agua. Los urbanistas que diseñaron en parque, en un genuino ejercicio de estilo, consiguieron crear un espacio que visualmente es muy compacto pero que esta lleno de ambientes íntimos y es perfecto para dar paseos cortos. Los materiales que se usaron para los suelos fueron antiguas traviesas de madera de vías de tren y para las pareces piedra de la región. El parque tiene una montaña mirador con una cota que se eleva 15 metros sobre el nivel de la calle y que en uno de sus lados acoge un pequeño auditorio al aire libre. El agua del parque discurre del noroeste hacia el sudeste, provine del manantial del Molí del Sol, y en su recorrido va deslizándose por pequeños espacios escalonados, hasta confluir en un lago justo enfrente de la montaña mirador. Este juego con el movimiento del agua es uno de los grandes aciertos de la planificación, ya que proporciona dinamismo al parque y una grata sensación de tranquilidad a los visitantes. La vegetación del parque es básicamente árboles de ribera, pinos mediterráneos, árboles exóticos, arbustos, grandes superficies de pradera y juncos en las orillas de los regatos y del lago.
Si seguimos en nuestro recorrido hacia el este en el parque del cauce de río Turia, nos encontramos con un total de 13 puentes que lo sobrevuelan. Entre los antiguos los más bonitos son El Puente de San José, El Puente de los Serranos (justo enfrente de una de las antiguas puertas de la ciudad que han sobrevivido), El Puente Real, y el Puente de Aragón. Entre los puentes nuevos, con gran protagonismo del ingeniero Santiago Calatrava destacan, El Puente 9 de Octubre, El Puente de la Exposición y el Puente de Monforte. Como el recorrido del parque es bastante largo, aproximadamente 8 kilómetros, es una buena idea hacerlo en bicicleta, hay un carril bici que recorre todo el parque.
El parque tiene absolutamente todo lo que puede tener un parque y algunas cosas más. Como ya hemos dicho tiene carril bici, circuitos para correr y hacer ejercicio físico, un gran espacio polideportivo para atletismo que se ilumina por las noches y nada menos que ocho canchas para deportes de pelota: futbol, baloncesto, voleibol o balonmano. Entre El Puente de la Alameda y El Puente de Las Flores hay un gran espacio vacío, que parece un descampado, y que llama la atención encontrárselo ahí en medio del Parque justo paralelo al Paseo de la Alameda. El motivo es que este es el espacio que se utiliza durante las Fallas y otras fiestas para montar los castillos de fuegos artificiales, que tanto gustan a los valencianos en su indescriptible e infinito amor por la pólvora, el ruido y el fuego.
Hacia el final del parque entre los Puentes de Aragón y El del Ángel Custodio esta el Palau de la Música Valenciana. Su entrada esta en el Paseo de la Alameda y en la parte posterior del edificio hay una gran terraza con fuentes y espacios abiertos. Un poco más adelante hay un espacio preparado con varias pistas, rampas y eses, para las acrobacias de los más jóvenes ya sean skaters, patinadores o los que prefieren las bicicletas pequeñas para volar entre rampa y rampa. Ya al final de parque es donde esta el Palacio de las Artes Reina Sofía, el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe y el Oceanográfico.
Por último tenemos que mencionar una polémica urbanística que de un tiempo a esta parte afecta al Parque del Río Turia y también a los proyectos futuros para unir el Parque con la desembocadura hacia el mar en la futura Marina de Valencia. Respecto al primero, la polémica la encontramos entre una serie de arquitectos y urbanistas, que mantienen que es anacrónico seguir manteniendo los límites exteriores del río Turia, cuando ya no es un río sino un parque. Se refieren a las barandillas de piedra, a las antiguas rampas para bajar y subir las barcas y a otros elementos físicos que limitan el acceso al parque. Su argumento es bastante sólido, estos elementos actúan como barreras físicas que impiden la integración del parque en la ciudad. Por otra parte otros arquitectos y urbanistas sostienen que eliminar esas barreras seria un crimen contra el patrimonio histórico de la ciudad.
Y por lo que respecta a lo segundo La futura Marina de Valencia, el proyecto ya ha sido aprobado de firme y encargado a dos estudios de arquitectura que lo harán conjuntamente: el del francés Jean Nouvel (junto con el arquitecto valenciano José María Tomás) y el estudio GMP. El proyecto básicamente se extenderá desde el último tramo del parque, justo donde esta el Oceanográfico, y llegará hasta el Puerto de Valencia. En definitiva se trata de unir la ciudad con el mar. El estudio GMP propone construir dos torres de 220 metros cada una en los terrenos de los antiguos Astilleros de la Unión Naval. El estudio de Jean Nouvel quiere recuperar la playa de Nazaret y además crear una gran zona verde y boscosa que terminará en el Puerto y que en su planteamiento básico retoma una idea del arquitecto Ricardo Bofill de la década de lo ochenta. El proyecto supone una intervención sobre 1, 3 millones de metros cuadros de suelo y unirá definitivamente la ciudad con el Mediterráneo
http://eprints.unifi.it/archive/00001330/07/06_parte_2_02.pdf
La Generalitat valenciana decide que el suelo del Parque del Turia sea público
El confidencial.com Europa Press. Valencia. Miércoles, 30 de agosto de 2006
El conseller de Territorio y Vivienda, Esteban González Pons, y los alcaldes del futuro Parque Natural del Túria, que contará con una extensión de 4.673 hectáreas y más de 35 kilómetros de longitud, y consensuaron el miércoles que los terrenos de este espacio protegido serán de propiedad pública, aunque no acordaron cuál será la manera de obtener las parcelas de titularidad privada. Asimismo, el titular de Territorio destacó que realizar esta declaración hace algunos años “hubiera parecido un sueño”.
Asimismo acordaron que, en cuanto al paso de líneas de alta tensión en superficie por el Parque, la solución es “que se entierren o que se busquen alternativas”, pero lo que la empresa encargada de las líneas “no puede decirnos en pleno siglo XXI es que ese problema no tiene solución”, apostilló.
Otra de las propuestas acordadas es la creación de uno o dos retenes específicos para esta zona cuya función será la de realizar tareas de control, prevención de incendios y colaboración en la extinción de los mismos.
González Pons, en esta primera reunión conjunta con todos los alcaldes de los municipios que se encuentran dentro del ámbito tanto del futuro espacio protegido como del Plan de Ordenación de los recursos Naturales (PORN) del futuro Parque Natural del Túria, presidida por el “consenso y la voluntad política”, señaló que existe un acuerdo sobre la necesidad de adquirir el suelo, aunque no sobre la forma de cómo hacerlo. No obstante pidió que se les dé “una oportunidad”.
En este sentido, apuntó que “tenemos tiempo por delante, ya que nadie dice que tenga que ser público mañana” y, además, explicó que si se diese un plazo “provocaría un incremento del precio de ese suelo que haría inviable que fuese público”. Sin embargo, aclaró que la expectativa urbanística en esa zona es “cero”. Respecto a la manera de conseguir estas parcelas, el conseller resaltó que “todas las posibilidades están abiertas”, porque “la compra de terrenos no es la única forma”, ya que también está la donación”.
Así que “gobierne quién gobierne, tanto en la Generalitat como en los ayuntamientos, -dijo el conseller Pons- siempre se tendrá claro que ese suelo será público”, por lo que “si yo fuese propietario de alguno de esos terrenos, tendría claro que empezaría a negociar ya”, apostilló.
Como resultado del encuentro, el conseller y los alcaldes hicieron público un documento en el que aseguran su compromiso por el futuro Parque Túria y se potenciará la participación en los Plenos Municipales, a través de los alcaldes, de los vecinos y todas aquellas entidades cívicas y sociales interesadas en el proyecto; así como hacer real y efectiva y duradera la preservación de todo el patrimonio medioambiental, paisajístico, cultural e histórico que quede incluido en el perímetro del Parque, entre otras.
En este escrito contemplaron este proceso, que concluirá el próximo 31 de diciembre con la aprobación de la declaración del Parque Natural, como un espacio para la participación ciudadana y para la colaboración interinstitucional, al tiempo que destacaron la importancia de que el Gobierno central “se incorpore” al diálogo “como una parte más”, al tiempo que apuntó que “yo creo que va a ser así”.
En este sentido, el conseller subrayó que “los ayuntamiento son los que están poniendo el suelo del Parque y la Generalitat la financiación”, por lo que mostró su confianza en que el Gobierno “ponga algo encima de la mesa”, al tiempo que señaló que “no me refiero a la adquisición de suelos”. El interlocutor entre el Consell y los regidores, y el Ejecutivo central será el alcalde de Paterna, Francisco Borruey, por su “buena relación con el Ministerio de Medio Ambiente”, añadió.
Presa Vilamarxant
En cuanto a la polémica suscitada en torno al presa de Vilamarxant, el conseller de Territorio aseguró que el futuro espacio protegido valenciano “está pensado para que vaya con o sin la presa”, ya que el Parque fue concebido teniendo presente que infraestructura, por lo que su construcción “es independiente de la declaración del Parque”, apostilló.
Además, indicó que dicha presa “ni perjudica, ni limita, ni estropea el Parque”, al tiempo que apuntó que esta construcción “no es competencia de la Generalitat” sino del Gobierno central.
Del mismo modo, González Pons aseguró que “nunca” ha dicho que la Generalitat “vaya a oponerse a la presa. Lo que yo dije en su momento fue que me gustaría que existieran alternativas” y, en el caso de que no las hubiera, manifestó, “pues que se haga la presa”.
Por otro lado, preguntado por los periodistas por si son “complementarios los proyectos de Parque Natural y el de Parque Fluvial del Túria”, que comprenderá diferentes actuaciones para la regeneración del ecosistema fluvial de la ribera del río a lo largo de 26 kilómetros desde la futura presa de Vilamarxant hasta el azud de la Cassola, González Pons aclaró que “sí” y que cada proyecto “puede continuar con su vida normal sin que se pongan la zancadilla”, aseveró.
Alcaldes del PP y PSOE
En el encuentro estuvieron presentes los alcaldes socialistas de Quart de Poblet, Paterna, l’Eliana y la Pobla de Vallbona, así como los regidores populares de Manises, Riba-Roja del Túria, Benaguasil, Lliria, Vilamarxant, Pedralba, Valencia, Mislata, San Antonio de Benagéber y Cheste.
Así, el alcalde de Manises, Enrique Crespo, en representación de los regidores populares destacó que la futura declaración de Parque Natural “es la actuación política medioambiental del siglo XXI”, al tiempo que aseguró que “seguiremos trabajando para que el 1 de enero tengamos el Parque Natural”.
Por su parte, el alcalde de Paterna, Francisco Borruey, explicó que su “principal prioridad” era declarar Parque Natural la zona de la Vallesa para “no permitir que se especule con esos terrenos. Por último, el regidor explicó que “hace unos pocos días me enfadaba por una visita al bosque de la Vallesa protagonizada por González Pons, en el que no estaban representados los alcaldes socialistas”, pero hoy, continuó “hemos recobrado ese espíritu de consenso y vamos a ver si somos capaces de mantenerlo” porque entonces “habremos dado ese paso importante que es la protección definitivamente de nuestro bosque”, apostilló.
Da http://www.elconfidencial.com/noticias/noticia.asp?id=16708&edicion=31/08/2006&pass=
Collegamenti esterni
http://www.ctav.es/icaro/obras/obras.asp?id=20071121224324262506